En 2001 el mundo se conmocionó con la tragedia, y a pesar de que no vivía en Estados Unidos, para mí y para mucha gente fue impactante.
Años después, tuve la oportunidad de visitar el Memorial y el Museo del 11 de septiembre y aquí te platico mi experiencia.

Qué ver en el Museo del 11 de septiembre
A menos que vivas en una burbuja, debes estar familiarizado con los terribles atentados que tuvieron lugar el 11 de septiembre de 2001 en Manhattan, Nueva York.
Cuatro aviones fueron secuestrados por terroristas; dos de ellos se estrellaron en el World Trade Center, conformado por las «Torres Gemelas».
Horas más tarde, quedaron reducidas a escombros.
Extraoficialmente, se dijo que más de 3 mil personas perdieron la vida en consecuencia de estos actos atroces.
Posteriormente, el sitio fue nombrado «Zona Cero».
16 años después de esa fatídica fecha, se erige un nuevo edificio denominado «One World Trade Center».
Sin embargo, se conserva el espacio donde alguna vez estuvieron las Torres Gemelas, lo que ahora es un memorial, con dos fuentes gigantes y los nombres de cada víctima grabado alrededor de ellas.

Memorial del 11 de Septiembre
Diez años después de la tragedia, el 11 de septiembre de 2001 se inauguró este memorial, que pretende hacer un homenaje a todos los acaecidos esa triste mañana.
Desde que llegas a la zona, el ambiente se siente enrarecido y solemne.
Es impactante darse cuenta del tamaño que tenían las torres, cuando rodeas cada una de las fuentes.
Por todos los bordes hay nombres y más nombres grabados en metal.
Cuando es la fecha de nacimiento de alguna de las víctimas, se pone desde temprano una rosa blanca en su grabado, lo cual le da un dramatismo aún mayor.
Todo esto me dejó con la boca abierta y reflexionando acerca de los hechos.
Para construir este memorial se hizo un concurso internacional, ganado por el arquitecto Michael Arad y por el paisajista californiano Peter Walker.
Lo más hermoso de esto es que las fuentes son hacia lo profundo, con una caída de agua espectacular que le brinda mayor drama a todo el asunto.

Oculus de Calatrava
Parte de todo el proyecto de reconstrucción del World Trade Center -que incluye el Museo del 11 de Septiembre- es la estación WTC.
Mejor conocida como el «Oculus de Calatrava», es una estructura de mármol y color blanco que te deslumbra desde cualquier punto que la veas.
Su forma es de una paloma extendiendo las alas, como a punto de despegar.
Es además la estación que conecta a Manhattan con Nueva Jersey y también es una de las salidas del One World Trade Center, después de visitarlo.
Por si fuera poco, alberga 11 líneas del Metro y un enorme centro comercial. Fue construida por el arquitecto español Santiago Calatrava.
Ah, pero claro. También ha tenido gran controversia, debido a que se convirtió en la estación más cara del mundo, con más de 20 billones de dólares invertidos en esta joyita arquitectónica.
A muchos podrá gustarle el diseño, a otros no. Lo cierto es que ahora es de suma importancia para la Gran Manzana.

Museo del 11 de Septiembre
En este punto quisiera detenerme un poco y reflexionar.
De verdad es una experiencia fuerte para las personas sensibles, tengan mucho respeto al visitar el Museo del 11 de septiembre.
En este momento es cuando debemos demostrar empatía con otros seres humanos, ya que no sabes cuántos de ellos perdieron a sus seres queridos ese día, así que guarda silencio y observa.
Había visto videos y leído artículos sobre el museo antes del viaje a Nueva York.
A muchos les parecía demasiado; a otros les daba indiferencia.
Y a mí simplemente me marcó, porque no puedo sentir menos que angustia y tristeza ante tanta destrucción y tragedia.
Nostalgia a flor de piel
Como anécdota: al interior hay unas tabletas donde puedes buscar a una de las víctimas en especial y ver la sinopsis de su vida y a qué se dedicaba.
Al pasar por aquí, me tocó ver cómo una persona leía con atención la reseña y veía la foto mientras tocaba la pantalla con cierta nostalgia.
Poco después se echó a llorar y decía en español algo que incluso para mí fue indescifrable, debido al llanto.
En ese instante, se me hizo un nudo gordo en la garganta, me dieron ganas de sollozar también, de darle un abrazo o qué sé yo; incluso de ahondar sobre quién era su familiar…
Pero obviamente me alejé para darle esa privacidad y que no se sintiera observada, en tanto que yo también me sentí decaída por varios minutos.
Qué destaca en el Museo del 11 de Septiembre
Para visitar el museo de forma tranquila y apreciar todo en su totalidad, debes dedicarle al menos 3 o 4 horas.
Así que tómate tu tiempo y recórrelo con calma. Al inicio deberás pasar por un filtro de seguridad muy similar al de los aeropuertos: con detectores de metal y una revisión exhaustiva.
Ya estando dentro, puedes caminar libremente hacia donde desees.
Hay salas y puntos que son de sumo interés y te sugiero prestar mucha atención:
«No day shall erase you from the memory of time“ – Virgilio
Los restos de varias víctimas del 9/11
Mucha gente lo desconoce -yo tampoco sabía-, pero tras el muro que ostenta una frase de Virgilio, descansan muchos de los restos de las víctimas del 11 de septiembre de 2001.
A primera vista, crees que solo es una pared con una frase muy poderosa; pues significa: «Ningún día los borrará de la memoria del tiempo».
Pero si te acercas y ves más de cerca, hay una placa que indica que detrás de ella, hay restos.
Esto pone la piel de gallina, pero a la vez es como un recordatorio de que somos nada ante la muerte.

Un camión de bomberos
Con metales retorcidos, restos del daño que hizo el fuego en él, existe un camión de Bomberos dentro del Museo del 11 de Septiembre.
Es un poco impactante verlo, pero también te da idea de la magnitud del siniestro y comprendes cómo es que muchos de estos héroes sin capa, no lograron sobrevivir.
La escalera de los supervivientes
Como es lógico, las escaleras sirvieron como ruta de escape para cientos de personas atrapadas en las Torres gemelas luego de los ataques terroristas.
Y aunque cientos de ellos no tuvieron la misma suerte, hay algunos que vivieron para contarlo.
Por eso se conserva un par de estas estructuras dentro del Museo del 11 de septiembre.
Es impresionante ver lo angosto que eran y pensar que entre el temor, la angustia y el poco oxígeno, hubo quien pudo escapar a tiempo para ahora tener una segunda oportunidad.
Un fragmento de antena
¿Quieres tener una idea de las proporciones de las torres gemelas?
Mira este trozo de antena que estaba en una de ellas; al ocurrir los atentados, ésta cayó y pudieron recuperar solo la chatarra.
Imagina lo grande que era y el poder que tenía de aplastar todo lo que hubiese a su paso.
Ahora son solo fierros retorcidos, pero en aquel momento tuvo una utilidad, pero como todo, quedó reducido a nada.

One World Trade Center
Antes de alejarte de la zona, debes visitar el One World Observatory.
Yo no tuve buena suerte, ya que ese día el clima estaba lluvioso y no pude ver nada en el mirador.
Pero vale la pena entrar y darte cuenta de cómo es el rascacielos más alto de Nueva York desde dentro.
Por fuera, su ángulo es hermoso, como si miraras directo al infinito. Y con las nubes que captamos, parecía una escalera directo al cielo.

Cómo llegar al memorial y Museo del 11 de septiembre
La forma más sencilla de llegar al Memorial o al Museo del 11 de septiembre es en metro.
Si bajas en Chambers Street, debes tomar las líneas A, C, 1, 2 y 3.
Para Fulton Street, son las líneas A, C, J, Z, 2, 3, 4 y 5.
O bien Park Place, líneas 2 y 3.
World Trade Center línea E.También queda muy cerca de la zona de Battery Park, donde tomas los ferrys hacia la Estatua de la Libertad.
Así que puedes ir caminando desde allí!
1 comentario sobre “Memorial y Museo del 11 de Septiembre en NYC”
María Eugenia Salazar Contreras
(12/09/2020 -9:38 pm)Gracias por compartir tan interesante información.
Ojalá y haya más viajes que narrar.