Alrededor de la Ciudad de México hay muchísimas opciones para pasar un par de días geniales sin gastar mucho, pero conocer más sobre nuestro país. En esta ocasión te sugerimos qué visitar un fin de semana en Tlaxcala y así darte una idea de lo que te estabas perdiendo de este pequeñito estado mexicano.
Un fin de semana en Tlaxcala
Con las maletas ya listas para aventurarnos un fin de semana en Tlaxcala y aprovechar el avistamiento de luciérnagas en los bosques de Nanacamilpa, queríamos conocer lo más posible de este estado que hasta ahora para nosotros era un misterio. Y te puedo adelantar que nos fascinó lo que vimos!
Te acompañamos a dar este recorrido y estoy segura de que al final te darán ganas de volver, gracias a todo lo que puedes ver y la tranquilidad que se respira sin estar tan lejos de la bulliciosa capital del país.
Sábado
Val’Quirico
Construcciones de piedra, arcos, vegetación, murales al estilo pueblo mexicano, puertas de metal, lámparas de antaño, pasillos largos y mucho ambiente campirano es lo que te toparás en Val’Quirico. Lo mejor de todo es que puedes venir a comer, beber algo con amigos y dar una vuelta por las calles empedradas y laberintos sin prisa.
Si te gusta cómo se hacen las cosas aquí, puedes comprar una propiedad y pasar más que un fin de semana en Tlaxcala, sino vivir aquí y recrear la época medieval o la campiña europea. No estaría nada mal, a decir verdad.
ste pueblo llama mucho la atención porque fue construido así con toda la intención de atraer inversores, pero también a miles de visitantes que cada vez más vienen a saciar su curiosidad (como nosotros) y admirar lo que la mano humana puede crear con ideas y mucho dinero.
TIP: Desde la CDMX tomas la autopista México- Puebla y tomar la salida a Xoxtla. El desarrollo habitacional estará aproximadamente 1.5 km más adelante. El horario al público es de 9 am a 8 pm. ¿Quieres saber más? Da clic aquí.
Tlaxcala
La capital de Tlaxcala es el punto perfecto si quieres buscas gastronomía típica, dulces como los famosos muéganos o bien, hacer una escala para refrescarte y comer entre amigos -como hicimos nosotros-. Pero obviamente vale la pena caminar por sus plazas públicas y dejarte encantar por las iglesias y quioscos a tu alrededor.
Es una ciudad chica, pero amable, limpia y muy familiar. Por doquier escucharás música, verás niños corriendo, familias descansando u ocultándose del sol bajo las copas de los árboles. La arquitectura nos pareció atractiva y distinta a lo que estamos acostumbrados a ver en la CDMX.
Luego de una alegre caminata, nos reunimos en «La tía Yola«, un restaurante que a la vez es pulquería, donde degustamos un mixiote de carnero, una botana de queso crema con ajonjolí y un asado, que era caldo con carne y verduras -muy similar al mole de olla que conocemos acá-.
Al terminar dimos una vuelta más por la plaza Xicoténcatl para llevarnos unos muéganos y ver algo de artesanías antes de partir a nuestro siguiente destino, que formaba parte de este fin de semana en Tlaxcala.
Domingo
Apizaco
Este pueblito muy pintoresco de Tlaxcala es ideal si quieres hospedarte cuando vayas a ver luciérnagas. Está a 30 minutos de Nanacamilpa, pero encontrarás mucha tranquilidad, una plaza muy linda y algunas otras atracciones que son obligatorias al pisar este lugar.
Nosotros nos hospedamos en el Hotel 1904, y la verdad tiene excelente atención, las habitaciones son amplias y bastante limpias, además de que dormimos como reyes porque estaba muy cómoda la cama. En promedio tiene un costo de $540 pesos por habitación doble, pero a veces tienen promociones.
Qué ver en Apizaco
Como puedes comprender, es un pueblo pequeñito, pero definitivamente hay dos o tres puntos que no te puedes perder, y ellos son:
- Basílica de la Misericordia: Su estilo neogótico llama muchísimo la atención. Es aquí donde los habitantes se reúnen sobre todo los domingos para escuchar misa o para pasear con la familia y comer algo por la zona. Un dato que pocos saben es que Mario Moreno «Cantinflas» donó dinero para su terminación en la década de los 60.
- Máquina 212: Este monumento que a su vez es glorieta es tu paso casi obligado hacia el centro de la ciudad y debes ponerle atención, ya que tiene más de 50 años y recuerda la identidad ferrocarrilera del país, que también tuvo su paso por Tlaxcala.
- Museo Casa de Piedra: Es un museo pequeño, con tan solo 12 salas pero con mucha historia en su interior. Está instalado en una ex estación de ferrocarriles y solo cuesta $15 MXN la entrada.
- Helados Camilito: Estos helados son tradicionales y ya tienen varios años de estar en el centro. Yo probé el de mango con chamoy y nescafé y estaban deliciosos; después de caminar y con el calor, seguro te caerá como anillo al dedo.
Huamantla
Este pueblo mágico es una buena idea durante tu fin de semana en Tlaxcala. Aunque nosotros no pudimos acudir en un momento de celebración y color como sucede con «La Noche que nadie duerme«, nos dirigimos directo hacia la Hacienda Soltepec para descansar y comer antes de nuestro regreso a la CDMX.
Aunque no estuvimos en el centro de Huamantla, te recomendamos mucho visitarlo pero no te puedes ir sin entrar a alguna de las haciendas que te esperan con su ambiente campirano y comida de diez.
Hacienda Soltepec
Si te hospedas en esta enorme ex hacienda tendrás mucho que hacer: cabalgatas, visitar el Museo del Pulque -que se ubica a un costado-; disfrutar de la alberca, terrazas, una boutique de ropa y por supuesto, el restaurante «La More», donde sirven muchas delicias como las enmoladas o el tradicional chile en nogada cuando es época.
En este enlace puedes ver los costos por habitación; por lo que pudimos ver aunque sea de entrada por salida, es que te la pasarás de lujo. La comida es exquisita y las instalaciones hechas para tu comodidad total y para desconectarte del bullicio de la ciudad por un par de días.
¿Tú qué harías si tuvieras un fin de semana en Tlaxcala? Cualquier comentario, idea o sugerencia con gusto lo recibimos en contacto@viajerosenaccion.com o debajo de este post! Hasta pronto!
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