
Al igual que tú, desde que era niña el impulso de viajar estaba en mi sangre, como si hubiera nacido con el ADN modificado para ser feliz recorriendo lugares nuevos cada vez.
Y conforme crecí, estudié y después comencé la vida laboral, pensaba en formas de hacer de esta afición más una forma de vida.
Por ello, primero comencé ahorrando dinero, luego gastando menos en lo que no necesitaba; después, cazando vuelos baratos, buscando formas de hospedaje económicas, lugares más alcanzables…
Cuando me di cuenta, ya tenía una vasta experiencia viajera que necesitaba compartir con el mundo, con gente que, como tú y como yo, que desea hacer sus sueños realidad.
Si bien apenas llevo un pequeño porcentaje de sueños cumplidos, debo decir que este año comencé muy feliz por los que ya realicé.
Lo cual me motiva a continuar y seguir buscando experiencias viajeras que nos animen a continuar nuestro arduo camino.
Bien, aquí te comparto algunas que, a mi parecer, debes realizar al menos una vez en la vida. ¿Vamos?
1. Ver un lanzamiento espacial
¿Alguna vez te has imaginado presenciar un lanzamiento espacial? Pues yo sí, muchas ocasiones desde niña, era un sueño antaño pendiente.
¡Y hace pocos meses por fin lo hice realidad! Lo mejor de todo es que fue un cohete de la compañia SPACEX, tripulado por 4 astronautas que se dirigían hacia la Estación Espacial Internacional.
Para hacerlo, debes ir a Cabo Cañaveral, muy cerca de las instalaciones de la NASA, que es desde donde se realizan estos impresionantes lanzamientos.
Tienes la opción de comprar un paquete directo en el Kennedy Space Center, o simplemente aventurarte por tu cuenta.
Cualquiera de las dos que elijas vale tremendamente la pena.

2. Viajar en globo aerostático
Ya desde que Julio Verne escribió ‘La Vuelta al Mundo en 80 días‘, subir a un globo aerostático se convirtió en la obsesión de muchos, y no es para menos.
La sensación de estar a tantos metros de altura, flotando sobre las nubes y, con suerte, presenciar un amanecer de ensueño, deja a todos boquiabiertos.
Incluyéndome a mí, que aunque me dan miedo las alturas, superé ese temor y fue una de las mejores experiencias viajeras de mi vida.
Más si lo realizas en Teotihuacán, una zona arqueológica de México que simplemente está impactante, ¿te atreverías?

3. Caminar por un glaciar
Hay muchos países en el mundo que tienen la fortuna de estar llenos de glaciares, debido a su geografía privilegiada.
Y otros sitios que, aún en pleno otoño, de cualquier forma se mantienen congelados, como el Glaciar Castner, en Alaska.
Se trata de una cueva en medio de la nada, que en invierno puedes visitar muy fácil al estar todo cubierto de nieve, pero si vas en otra época del año, llegar ahí puede ser un poco más desafiante.
De cualquier forma, entrar a un glaciar con estas particularidades es algo que debes experimentar de una forma u otra, ¡ánimo, viajero!
4. Dormir en una cabaña en medio de la selva
Ni más ni menos, con nada alrededor salvo vegetación y una que otra ave ambientando tu visita.
Esto es posible en el Parque Tayrona, en Colombia, pero también en muchos otros sitios naturales en el mundo, así que no te quedes con las ganas y vive una experiencia única.
Aunque eso sí, puede que debas olvidarte de los lujos aunque sea por una noche, pues a favor de la ecología, es posible que no haya agua caliente u otras comodidades.

5. Sobrevolar el Gran Cañón
Al ser una de las maravillas naturales más impresionantes del mundo, el Gran Cañón es explorado por millones de personas cada año.
Ya sea por alguno de sus diversos accesos terrestres, caminando por el grandioso puente de cristal llamado Skywalk o bien, sobrevolando en helicóptero.
Ésta última es de las mejores experiencias viajeras que cualquiera puede tener y que vale cada centavo, porque simplemente las panorámicas te dejarán sin habla.
Te recomiendo que lo hagas con la empresa Papillon, son los más profesionales y se encargan de que cada minuto sea excepcional.
6. Hacer rapel en un cenote
¿No sabías que podías realizar esta actividad? ¡Pues te tengo buenas noticias! Sí se puede y es maravilloso.
Yo lo logré cuando visité Jungla Maya con mis amigos viajeros y Alltournative. Aunque me moría de miedo, la verdad fue muy divertido y desafiante.
Claro que ya había nadado en cenotes con anterioridad, pero hacerlo de una forma tan poco ortodoxa es una buena idea siempre.
Ahora ya lo sabes, si andas en Riviera Maya, te podría interesar desmarcar esto de tu lista de deseos y experiencias viajeras.

7. Conocer al menos una Maravilla del Mundo Moderno
Claro, maravillas en el mundo hay incontables, pero las Maravillas del Mundo Moderno, que desde 2007 fueron nombradas, son especiales.
Éstas son: el Coliseo Romano; la zona arqueológica de Chichén Itzá; Machu Picchu, en Perú; el Cristo Redentor, en Brasil; la Muralla China; Petra, Jordania; y el Taj Mahal, en la India.
Y como buena viajera, también me obsesiona conocerlas, sobre todo por sus peculiares historias y lo que significan para la Humanidad.
Así que sin pena te digo que perseguir este sueño está bonito, y está bien, mientras sigas tu instinto y lo hagas de manera responsable.
Por ahora son 7 de ellas, así que comienza esos ahorros para que puedas visitarlas todas.
8. Visitar el lugar más feliz del mundo
Y por esto me refiero a Disneyland, que era mi sueño dorado cuando era niña y lo materialicé bastantes años después.
La verdad es que sí, efectivamente me sentí muy feliz ese día y es una experiencia que me encantaría repetir muchas veces más.
Tomarse fotos con Mickey Mouse o cualquier personaje de Disney ya es de por sí emocionante, pero recorrer ese mundo de fantasía es como volver a la niñez, y es una sensación muy gratificante.
Eso sí, ahorra bastante antes de ir, pues aunque te hospedes fuera del complejo, tanto las entradas como todo lo que venden dentro es bastante costoso.
Pero… nada que no se pueda alcanzar, ¿verdad?

9. Llorar frente al mar
No es precisamente lo más agradable, pero si lo más liberador que existe en algún momento determinado en que todos necesitamos desahogarnos.
En mi caso, lo hice después de una ruptura amorosa y me ayudó para de alguna forma seguir adelante.
Y es que, la verdad, tener el hermoso mar de Cancún frente a ti no es cualquier cosa, es símbolo de paz, tranquilidad y de que mejores tiempos siempre vendrán.
Así que cuando lo necesites, limpia tu alma con el mar y que el agua se lleve todas las penas y tristezas, ¡a seguir viviendo con emoción!
10. Ir a una Fiesta de la Vendimia
Claro, si eres amante del vino, esto te caerá como anillo al dedo. Y si no, es una buena oportunidad para conocer este vasto mundo que te espera con las copas abiertas.
Aquí aprenderás mucho sobre cómo hacen este elixir de la vida, los tipos de vino, las distintas uvas existentes y mucho más.
Pero sobre todo, celebrarás -junto con muchas otras personas- el inicio de la cosecha de una forma peculiar, divertida y deliciosa.
Muchos viñedos incluyen la degustación y hasta puedes quedarte más tiempo para recorrer el viñedo, comer y disfrutar con los amigos o familia.
11. Estar frente a la Cordillera de los Andes
¿Qué te puedo yo decir? Más que la playa, soy fanática de la montaña, de esos paisajes llenos de nieve, de cascadas y de esas panorámicas que te llenan los ojos de lágrimas.
La Cordillera de Los Andes es una cadena montañosa que abarca 7 países de Latinoamérica, incluyendo Perú (que es donde yo los pude ver).
Nadie te prepara para esa experiencia tan maravillosa que tus ojos están a punto de presenciar, así que solo déjate llevar ante su magnificencia.
En mi caso, visité la Laguna Humantay, desde donde podrás tener esta instantánea y disfrutar de los Andes por unos minutos, todos para ti.
12. Hacer snorkel en el Caribe Mexicano
Tener semejante paraíso frente a ti, merece realizar actividades acuáticas con todo el respeto que merece la Naturaleza.
Una de ellas es realizar snorkel, por ejemplo en Cozumel, que es perfecto para ello y además te vas a divertir a montones.
Hay muchos tours pequeños y certificados que te proveen del equipo necesario y te llevan hacia una parte segura del Caribe para nadar con todos esos peces de colores tan hermosos.
No puede faltar la foto del recuerdo y desmarcarlo de tu lista de deseos por cumplir.

13. Conocer (por fin) tu país de ensueño
Aunque todos amamos el suelo que nos vio nacer y le tenemos una devoción especial, siempre hay un destino que nos hace ilusión.
Es una fijación inexplicable, a veces me gusta creer que en mi otra vida nací allí o que hay un lazo especial que me hace sentir dicha fascinación.
Italia ha sido desde mi adolescencia, una constante en mi mente y una meta viajera que tuve por muchos años, ¡la cual por fin pude cumplir!
Me llevó mucho tiempo, pero pisar ese sitio con el que has soñado repetidamente es una sensación única e indescriptible.
No dejes de soñar y de trabajar para cumplir tu más grande deseo, es una pequeña victoria personal que jamás se te olvidará.

¿Se te ocurren otras aventuras viajeras que deban estar en esta lista? Deja tus comentarios y no olvides compartir con todos.
¡Gracias por leerme! Nos vemos en la próxima.